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Redacción- Durante los últimos años el uso de redes sociales ha sido mayor, por lo tanto, es importante algunas recomendaciones para evitar sobreexposición.

El fenómeno digital de compartir de forma inmediata lo que se experimenta no representa riesgo en sí mismo. La incidencia está más relacionada con qué tipo de información es la que se comparte y a quién se le da acceso a ella.


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«Vivimos en una época en la que todo se comparte al instante, donde el auge de las redes sociales y plataformas para el networking abrieron una nueva manera de compartir todo tipo de información personal. En mayor o menor medida, todos tenemos información nuestra en la red que puede ser visible para otros”, comenta David Méndez, gerente de ESET Costa Rica.

Es importante comprender los riesgos a los que se está expuesto al compartir información personal en las plataformas sociales. Un primer consejo es configurar los permisos de las aplicaciones para filtrar quién puede ver las actividades.

Teniendo en cuenta que la mayoría de los usuarios suele utilizar más de una red social, es probable que un criminal pueda construir un perfil bastante detallado de un blanco de ataque con tan solo recopilar información de sus perfiles y actividades en cada una de sus redes sociales.

Al contener demasiada información personal, las redes sociales se convirtieron en un territorio ideal para los criminales. Habiendo utilizado estos sitios como herramientas de reconocimiento, un atacante puede enviar un mensaje dirigido en el que intenta persuadir a un usuario para visitar una página falsa, que parece ser legítima, con el objetivo de robar sus credenciales y dinero.

También se puede utilizar la información obtenida, para engañar al usuario y hacerlo abrir archivos maliciosos adjuntos en correos electrónicos.

Estas son las siguientes recomendaciones para contrarrestar los riesgos derivados del excesivo intercambio de información digital:

  • Revisar y configurar las opciones de privacidad disponibles en cada una de las redes sociales que se utilizan.
  • Siempre que sea posible, se recomienda limitar al máximo el acceso de personas que pueden ver lo que se está haciendo.
  • Analizar la información que se decide publicar, ya que apenas se publica algo se pierde el control sobre lo que otros hacen con ese material. Lo más seguro siempre es evitar publicar aquello que no nos gustaría que el público vea.
  • Pensar como un atacante: ¿la información que se comparte puede ser utilizada en nuestra contra? Si es así, mejor no compartirla.
  • Tener cuidado de los mensajes sospechosos, ya sea que contengan enlaces o que suenen demasiado buenos para ser verdaderos. Esta recomendación aplica incluso para mensajes enviados por conocidos, ya que un atacante podría haber vulnerado la cuenta.
  • Revisar las solicitudes de amistad, lo ideal es aceptar solicitudes de amigos, conocidos o personas con las que se tenga amigos en común en la vida real.