Redacción-Por primera vez en casi 60 años de contar con áreas silvestres protegidas, Costa Rica dispone de una nueva categoría denominada Parques Naturales Urbanos (PANU).

El objetivo es conservar ecosistemas en la ciudad, bosques urbanos en riesgo y la salud física y mental de las personas.

El anuncio fue dado a conocer en el Parque Ecológico La Colina de Curridabat, –uno de los ecosistemas a ser oficializados en esta categoría–, tras la firma del decreto ejecutivo N° 42742-MINAE..

La iniciativa busca preservar hábitats remanentes, capturar carbono, estimular la recreación y ecoturismo; propiciar la conectividad biológica con la trama verde de la ciudad y sus ríos, y prevenir desastres naturales.

A partir de hoy el país mejora su sólido sistema de áreas protegidas, ahora con 10 categorías de manejo. Luego de crearse la primera Área Silvestre Protegida (ASP) en 1963, la conservación se concentró en la protección de las riquezas naturales en entornos rurales. Ninguna de las categorías existentes hasta ahora consideraba las necesidades de espacios naturales urbanos.

“Esta nueva categoría de manejo permitirá enfocar las estrategias de conservación en las necesidades específicas que tienen los espacios amenazados por el crecimiento urbano no planificado. Es parte de los esfuerzos por subsanar la deuda histórica que tiene el país con la protección medioambiental en las ciudades”, afirmó el presidente Carlos Alvarado.

El bosque húmedo premontano (BHP) – presente en los ecosistemas del Valle Central que calzan con las principales zonas urbanas del país – es el segundo tipo de bosque más alterado y reducido. Hoy se conserva tan solo el 1,75% (9 mil hectáreas) de su cobertura original. Dicho bosque desapareció porque su ubicación altitudinal y clima agradable genera condiciones idóneas para la agricultura y los asentamientos humanos.

Muchas personas ya disfrutan de un paseo ocasional a este tipo de sitios –como el Parque Ecológico La Colina en Curridabat, uno de los ecosistemas que están en consideración para ser oficializados como Parque Natural Urbano. Sin embargo, esos pulmones están en riesgo, ante la constante presión de la expansión urbana.

La categoría de Parque Natural Urbano estimulará la promoción y estrategia de esa dinámica turística, generando empleos verdes asociados a estas actividades. Además, amplía los beneficios de los espacios verdes y sus servicios ecosistémicos, en la salud mental y física de la ciudadanía.

En Costa Rica el 60% de la población vive en la GAM, que constituye solo el 4% del territorio nacional. El país pasó muy rápidamente de un desarrollo rural a uno urbano y nuestro modelo de conservación debe adecuarse a esta realidad.