Redacción.  Dos personas murieron y una veintena están desaparecidas por un deslizamiento de tierra que sepultó varias viviendas en el centro de Japón tras días de intensas lluvias, según indicaron informaciones de la prensa internacional.

«Debido a la acción de lluvias torrenciales, el terreno cedió y saltó la avalancha (…) A su paso barrió casas y habitantes» y cortó una carretera nacional, dijo a la prensa del gobernador del departamento de Shizuoka, Heita Kawakatsu.

Según imágenes de televisión, un torrente de barro arrasó algunas casas y sepultó otras en la ciudad costera de Atami (suroeste de Tokio), donde los habitantes huían tratando de ponerse a buen resguardo.

«Escuché un terrible ruido, y vi como descendía una avalancha de barro, mientras algunos trabajadores urgían a la gente a evacuar. Yo también corrí para ponerme a salvo en altura», relató un testigo a la cadena pública NHK.

El primer ministro Yoshihide Suga anunció que los servicios de urgencia y las fuerzas de autodefensa japonesas (el nombre oficial del ejército, ndlr) habían iniciado operaciones de rescate y evacuación, advirtiendo que se esperan todavía más lluvias torrenciales.

«Tenemos que mantener un nivel de alerta máximo», declaró tras una reunión de urgencia.

Atami registró en 48 horas, hasta el sábado de madrugada, lluvias por 313 mm, según NHK, una cifra superior a la media anual de 242,5 mm que suele tener para todo el mes de julio.