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Redacción- Las autoridades del Ministerio de Justicia y Paz mantienen una política de cero tolerancia ante los casos de agresión o violencia que se puedan presentar con menores de edad y privados de libertad que se encuentren en el Sistema Penitenciario Nacional.

Así lo demostraron con el trabajo cque se realiza en este campo y con las respuestas contundentes que se dieron a dos casos denunciados hace 16 meses en el Centro de Formación Juvenil Zurquí.

En el informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), de la Defensoría de los Habitantes,  se hace referencia a dos casos en los que se presentaron denuncias de agresiones de la Policía Penitenciaria hacia los privados de libertad, correspondientes a diciembre del 2016 y febrero del 2017.

Las denuncias se atendieron de inmediato, siguiendo el debido proceso y con la remoción de las personas involucradas.

Debe destacarse que desde entonces, no se ha producido ninguna denuncia más, algo que se respalda por el sistema de vigilancia mediante cámaras que permite documentar lo que ocurre en este centro penitenciario.

En relación con las recomendaciones del MNPT, las autoridades del Ministerio, de la Dirección del Centro de Formación Juvenil Zurquí y de la Dirección de la Policía Penitenciaria están trabajando de forma consistente en esta materia desde antes que se presentaran estas denuncias, y atendiendo las observaciones que presentó el órgano de la Defensoría:

  • Cada evento que se presenta o se denuncia, se investiga siguiendo el protocolo debido.
  • Se mantiene una política de cero tolerancia a las agresiones, tanto físicas como verbales.
  • Se creó el sistema de monitoreo al interior del Centro, lo que permite vigilancia 24/7 con un sistema de 56 cámaras, que son vigiladas remotamente, desde la Dirección de la Policía Penitenciaria.
  • Se desarrolló un proceso de capacitación para cumplir con la solicitud de que el personal de este centro esté especializado y tenga las herramientas y aptitudes para el trato particular que requieren los menores de edad y adultos jóvenes.
  • Este esfuerzo de capacitación es permanente, tanto para los funcionarios policiales como administrativos.
  • Se atendieron observaciones en la parte de infraestructura, a pesar de las limitaciones de espacio y presupuestarias. Como resultado de ellas, se instaló la Casa Cuna que solicitaba el informe del MNPT.
  • Actualmente se trabaja en la definición de un nuevo modelo de formación de la Policía Penitenciaria, que deberá concluirse en este año.