Redacción- Como parte de la celebración del Mes del Ambiente, autoridades del Ministerio de Ambiente y Energía y distintas entidades públicas y privadas se unieron para sembrar 400 árboles en conmoración del Día del Árbol en Costa Rica,  como parte del  proyecto del Corredor Biológico Interurbano María Aguilar.

“Plantar árboles es proteger la vida misma. De ahí la importancia de tener presente nuestra responsabilidad de proteger los bosques porque están llenos de ecosistemas y entre muchos otros beneficios, evitan las erosiones, ayudan a conservar la flora y la fauna”, recalcó la señora Celeste López Quirós, Viceministra de Gestión Ambiental.

En esta ocasión, las especies plantadas generarán: floración  y alimento para aves. Se trata de: Espavel, Laurel de Montaña, Ceibo, Jacaranda, Guachipelín, Lorito, Cedro Dulce, Caña Fistula, y Sotacaballo.

El río María Aguilar, al encontrarse ubicado en pleno corazón de la capital de Costa Rica, es uno de los ríos más contaminados del país, debido a las descargas de residuos industriales y aguas negras de las viviendas cercanas. De ahí que esta plantación contribuye con la mitigación de las emisiones de carbono, así como purificar el aire, filtrar el agua.

No fue casualidad que en mayo de 1915 el Presidente de entonces, Alfredo González Flores, decretó ante la devastación de bosques, que el 15 de junio de cada año, se celebre en las escuelas del país el Día del Árbol y se acostumbre realizar una  plantación de diversas variedades,lo cual quedó formalizado en el Decreto Ejecutivo No. 14 de su administración.

Las estadísticas nos refieren al avance de   Costa Rica en materia de reforestación, ya que según un informe elaborado por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el Fondo de Financiamiento Forestal de Costa Rica (Fonafifo) en 2013 la cobertura boscosa se situaba cerca del 52.4%.

El informe también señala que cerca de 2.000 especies de árboles cubren el territorio costarricense. Regiones como Talamanca, Guanacaste, Pacífico Central, Península de Osa están enriquecidas con árboles endémicos como lo son el Cenízaro, Gambudo, Jaúl, Robles, Ceibas, Palo de Hierro, que son especies de mucho valor, ya que además de que la mayoría son nativos, aportan beneficios económicos, medicinales y ambientales. Dentro del financiamiento del pago de Servicios Ambientales realizado por  FONAFIFO se contabilizan  7 millones de árboles.