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Redacción- A lo largo de los años han existido numerosas creencias populares que relacionan el cáncer y la alimentación, sin embargo, hay que tener presente que hasta el momento no hay ningún ingrediente ni producto alimenticio que por sí solo lo cure o que lo produzca.

Son conocidos gran cantidad de alimentos que popularmente se recomienda consumir a manera de prevención, o bien durante el tratamiento del cáncer de mama, no obstante, algunos no cuentan con evidencia científica que los respalde.

Ante esto, Tatiana Vargas, nutricionista de Consultas Nutrición, explica algunos puntos importantes sobre productos alimenticios y cáncer. “Muchas personas diagnosticadas de cáncer de mama buscan información adicional sobre los aspectos alimentarios que podrían modificar para combatir la enfermedad, investigan los productos, las cocciones, o los hábitos que podrían ser perjudiciales o tener un efecto mágico o milagroso en el organismo, lo ideal es consultar al médico, ya que se puede generar bastante desinformación”, añadió.

La especialista también detalla cómo algunos alimentos pueden ayudar a los a los tratamientos comunes que llevan las personas con esta enfermedad:

  • Consumo de lácteos, si la persona no presenta ninguna intolerancia a ellos y le apetecen, no deberían eliminarse, ya que aportan proteínas, vitaminas y minerales que deberían estar presentes en una alimentación saludable. Sin embargo, si es importante destacar que en el cáncer de mama en los casos que haya que controlar el aumento de peso, la recomendación sería consumirlos descremados, es decir bajos en grasa.
  • En cuanto al azúcar, se puede consumir con moderación, específicamente el que procede de las frutas, las hortalizas o los cereales. Lo que sí hay que limitar y de preferencia eliminar es el comer alimentos ricos en azúcares añadidos (refrescos azucarados, repostería, golosinas, jugos comerciales y la misma azúcar blanca de mesa).
  • Otro de los productos muy citados es el chocolate, algunas personas con cáncer de seno lo eliminan de su alimentación, puesto que lo consideran perjudicial durante el tratamiento. El origen de este mito podríamos encontrarlo en el hecho de que la mayoría de los alimentos elaborados a base de chocolate son relativamente elevados en azúcares y grasas, por lo tanto, en calorías. Sin embargo, varios estudios en los últimos años has comprobado el efecto que tendría sobre la salud consumir regularmente chocolate negro, por su elevado contenido en polifenoles, con un alto poder antioxidante, y otros compuestos bioactivos. Además, se avala su consumo por su capacidad de reducir el estrés oxidativo, de disminuir la presión arterial, de aumentar la vasodilatación
  • Se recomienda un buen consumo de frutas y vegetales diario, sin embargo, debido al alto uso de pesticidas, herbicidas y antibióticos se deberían comprar en establecimientos de confianza y calidad, de preferencia de origen orgánico.
  • En cuanto al alcohol, los estudios demuestran que su consumo aumenta en un 40% el riesgo de cáncer de mama, lo ideal es limitarlo a actividades sociales o celebraciones.

Un estilo de vida saludable no puede curar el cáncer, pero ayuda a las personas que lo padecen a afrontar mejor los tratamientos, favoreciendo su recuperación y calidad de vida. De un 40% a un 50% de los cánceres se pueden prevenir si modificamos los estilos de vida incluyendo la dieta.

Recuerde que una dieta saludable no implica dejar de comer todo tipo de productos, sino aprender a consumirlos de forma adecuada y en las porciones recomendadas por su nutricionista.