Imagen con fines ilustrativos.
  • Al no generar con combustibles fósiles, Costa Rica ha ahorrado US$482 millones en los últimos 20 años.

  • El sistema beneficia a 1.558.000 hogares, 225.000 comercios y 9.000 industrias.

Redacción- Desde 2015, Costa Rica supera el 98% de generación renovable en el acumulado de cada año, según datos del Centro Nacional de Control de Energía (CENCE).

Para 2019, a pesar de las condiciones secas que han imperado en la región, ese porcentaje alcanza 98,84%. Esto con la participación de 100 plantas del parque eléctrico nacional, operadas por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), las cooperativas de electrificación rural y los generadores privados.

Del total de la producción de 2019, el 67,5% proviene del agua, el 17% del viento, el 13,5% de la geotermia y el 0,84% de la biomasa y el sol. El restante 1,16% corresponde a plantas de respaldo. A la fecha y como resultado de la diversificación de la matriz eléctrica, las fuentes limpias no hídricas superan el 30%.


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Desde 1982, Costa Rica ha exportado excedentes de electricidad a la región. A partir de 1999 y con la conformación del Mercado Eléctrico Regional (MER), el ICE ha logrado ventas por US$181,24 millones, al colocar 3.329 gigavatios hora en Panamá, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala. Entre enero y agosto de 2019, el país registró 137,2 gigavatios hora exportados, equivalentes a US$7,2 millones.

El ahorro que el país ha tenido durante los últimos 20 años por no generar con combustibles fósiles asciende a US$482,4 millones, monto que impacta de manera positiva y particular a los sectores industriales.

“Mejorar la red de transmisión regional permitirá a Costa Rica aumentar sus exportaciones al Istmo en los próximos años. Nuestro aporte al MER tiene el valor agregado de ser 100% renovable, lo que reduce las emisiones contaminantes de Centroamérica”, indicó Irene Cañas, presidenta ejecutiva del ICE.

El país vende energía tras satisfacer su demanda interna. Generalmente, la electricidad exportada se produce en los períodos con más lluvias, cuando la abundancia del recurso permite colocar los excedentes. Este año, la mayoría ha provenido de hidroeléctricas a filo de agua